viernes, 25 de diciembre de 2009

Fuego 2.2

Recurro nuevamente al muy buen sitio Test del Ayer para rescatar un modelo hecho en Argentina que empieza a ser tenido en cuenta por unos pocos entusiastas de los autos clásicos.

Decía la revista Parabrisas en 1988 "¿Cual anda más, la XR4 o la Fuego?. ¿Cual acelera mejor?. Por supuesto, apenas una docena de preguntas llegadas a la redacción fueron publicadas, pero las recibidas se cuentan por centenares. Entonces nos carcomió la duda. Cuando aparezca el test de la Fuego 2.2, ¿no habremos terminado con una de las grandes incógnitas?. Es por esa misma razón que nuestra objetividad puesta de manifiesto en cada uno de los road test, se vio cuestionada por nosotros mismos. Si bien es sólo una prueba más, es la más esperada por los lectores de Parabrisas". Y es para recordar las dos buenas opciones que teníamos en autos nacionales a fines de la década del 80 con la inexistente oferta de estos días...

"En la Argentina fue presentada cuando aún se producía en Francia y dentro de un segmento especial y con inclinaciones determinadas; puede ser considerado un vehículo rápidamente aceptado por el mercado. Mejor recibido que su rival, la cupé Sierra XR-4, si a las cifras de venta nos remitimos. Convengamos en que se trata de dos productos competitivos, pero a la vez diferentes. Lo que marca esa diferencia, cual muro de concreto, es la tracción".

En cuanto a su apariencia, podemos leer "A uno, individualmente, le puede gustar o no. Pero cuando todo el mundo -en Argentina- esta de acuerdo en que la cupé Fuego es agradable, vistosa y estética, los argumentos de sus detractores se debilitan. Es más baja que la XR-4 aunque no lo parezca, debido a su menor distancia entre ejes y largo total de paragolpe a paragolpe" y sobre el confort de marcha "Una cupe deportiva necesita de neumáticos de perfil bajo o intermedio. De esa manera se gana en tenida direccional y en curva pero se pierde confort de marcha en la ciudad. Entonces hay que buscar el punto de equilibrio: que copie lo mejor posible en el adoquinado desparejo sin perder sus virtudes ruteras. A ello se suman unas eficientes Firestone S660 pero que deben ser usadas con baja presión en ciudad y no más de 32 lbs en ruta. El resultado final es algo áspero en las irregularidades de las calles porteñas y excelente en caminos de asfalto veloz".

"La base es similar a la del R-18 de dos litros, pero la carrera del pistón fue llevada de 82 mm a 89 mm, pasando de supercuadrado a "apenas cuadrado" con sólo 1mm de diferencia entre diámetro y carrera. Su funcionamiento es tan correcto como el de su predecesor pero se manifiesta una mayor elasticidad a bajas rpm en cualquier cambio, producto de un recorrido más extenso del pistón" era el comentario sobre la motorización.

"A modo de conclusión destacaban como Virtudes : estética aceptada por el mercado, maniobrabilidad, motor elástico y eficiente, sistema de frenos, tenida direccional, luces y consumo mejorado (respecto de la 2.0) y entre los Defectos: asientos traseros "simbólicos", accesibilidad, visibilidad hacia atrás, recorrido del selector de cambios, excesivo patinamiento del tren anterior, error del velocímetro y butacas poco anatómicas".
En cuadro aparte informaban que la velocidad final alcanzada y medida en dos pasadas fué de 187.6 kms/h y, finalmente, comparando a la coupé del rombo con la salida de Gral Pachecho comentaban "queda establecido que la XR-4 es más briosa de abajo, superando a la Fuego en las pruebas 0-100 Km/h por 99/100s y 0-1000 metros por exactamente la misma cifra (¡oh casualidad), lo que indica que la 2.2 a partir de los 100 Km/h mantiene diferencias. Sin embargo, en elasticidad la cupé de Renault ha demostrado ser mas dúctil necesitando 3 segundos y monedas menos que la deportiva de Ford. En velocidad final podemos declarar un empate".

Pasados 21 años de este test me gustaría contar con su opinión. Quien escribe ya considera a las coupés mencionadas en esta nota como coleccionables sin esperar a que cumplan los 25 años que se indica como mínimos.

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